Bueno, por fin lo conseguí. He entrado en la sociedad mágica.
Al menos en una parte de ella...
Susan me llevó a una zona a las afueras de Inglaterra donde se reúnen los magos. A primera vista parece un antro como los que he estado visitando hasta ahora, con pentáculos, muñecos vudú y toda esa parafernalia típica. Incluso la clientela parecía digna del peor de esos locales, la verdad. El sitio es una antigua nave industrial que servía para guardar el atrezzo que dejaba de utilizarse en el rodaje de alguna película de una productora que quebró. Incluso se puede intuir algún que otro fragmento de cartón piedra entre el decorado, que ahora se utiliza para dar conciertos de dudosa calidad, con letras de más que dudoso contenido mágico.
La fiesta en sí deja a la altura de la celebración de la Primera Comunión a la Rave más bestia de la cuál hayáis oído hablar. A la entrada, una chica joven me besó y me pasó una pastilla con la lengua, después la reconocí como la droga que "aumenta tu glándula mágica". Cuando me volví a mirar a la mujer, vi cómo se metía otra pastilla en la boca y besaba a una chica que acababa de entrar. Entonces me di cuenta que era parte de la organización del evento...
Acompañé a Susan hasta los baños, al fondo de la nave industrial, donde tuve que esquivar a unas 6 o 7 personas que estaban teniendo una orgía en el suelo del lavabo, revolcándose en un charco de... a saber.
Lo que pasó entonces me dejó totalmente fuera de lugar. Susan, sudorosa o con los ojos a punto de salirse de sus órbitas, me ordenó que entrara en una de las cabinas del baño. Una con un letrero Out of Order. Entré y miré para fuera, el momento justo para ver como se arrancaba literalmente la ropa y se unía a la fiesta que acontecía en el suelo.
En ese instante, la puerta se terminó de cerrar y la música se apagó por completo. La luz también parecía más tenue y los gemidos de placer parecieron cesar al instante, como si nunca existieran.
Abrí la puerta (con cuidado, porque parecían haber rociado con mierda toda la estancia) y descubrí que estaba en otro lugar. Era otro baño, muy parecido, pero no el mismo. Estaba iluminado débilmente con un fluorescente totalmente gastado, de estos que vienen con polilla incorporada. El cristal estaba roto y faltaban algunos trozos. Además, el baño parecía estar semiabandonado.
De repente, en la cabina adyacente a la mía alguien tiró de la cadena y salió un hombre. Barba descuidada, dientes podridos, gafas de sol negras y aspecto de vagabundo. Me saludó y me preguntó quién era mientras se subía los pantalones.
El aviso de Susan me lo había tomado en serio. Thor era un mago poderoso (y prepotente, sólo hay que ver el nombre por el que se hace llamar) que, de alguna manera, había pirateado mi servidor web.
Parece ser que algunas personas han estado leyendo mis transcripciones, que la seguridad es insuficiente... Pues si estáis leyendo esto, que os jodan, no me dais miedo.
El caso es que este mago en cuestión tiene un odio acérrimo a todo aquello que no sea magia. Se cree superior a los demás por el mero hecho de controlar la magia y me odia por el documental que hice, por dar una oportunidad a todo el mundo.
Por intentar nivelar la balanza.
El caso es que ese hombre me seguía mirando, preguntándome mi nombre. Le di otro de mis nombres falsos y, por supuesto, no me conocía. Le dije que era amigo de Susan Archer "Todos son amigos de Susan" dijo riendo grotescamente entre dientes.
Se sentó en un taburete y se puso a leer el periódico, como si yo no existiera... o quizás como si no fuera una amenaza.
Al salir pasé por su lado y descubrí, al mirarle por encima del hombro, que detrás de esas gafas de sol no había glóbulos oculares, sólo dos cuencas vacías. Seguí caminando hacia fuera, fingiendo no haber visto nada.
Al salir del baño pude comprobar que, efectivamente, ya no estaba en el mismo sitio. Era un típico pub inglés, todo de madera, con sus grifos de cerveza y su barman grasiento. Incluso tenía su típico rincón mal iluminado con asientos acolchados y su diana de dardos gastada de tanto usarla... Todo era normal salvo las ventanas tapiadas, claro.
En el bar había unas 6-7 personas que pasaron de mi cuando entré. Fui a la barra, pedí una cerveza negra (de las mejores que he bebido nunca) y me senté a esperar.
Cerca de media hora más tarde llegó Susan, totalmente sudada y con una ropa diferente. Nada más verme, se acercó y empezó a...
Sé que suena estúpido, pero es lo que ocurrió.... empezó a besarme apasionadamente. Yo me quedé de piedra, pero creo que disimulé bien y los demás no se percataron de mi reacción. Después de eso me miró como asustada por lo que acababa de hacer y se marchó de nuevo por el baño de hombres.
Los que estaban ahí se echaron a reír y uno de ellos se sentó a mi lado y me invitó a otra cerveza "Está en uno de esos días ¿no? Jajaja". No pillé el chiste, pero me reí aún así, por si las moscas.
Era un hombre de mediana edad, bastante simpático y bonachón, aunque su apariencia no lo dijera. Parecía como uno de esos que van con la Harley Davidson de un lado a otro, pero como si Papá Noel le hubiera prestado su personalidad o algo así.
El buen hombre no preguntó en ningún momento por mi relación con Susan, sólo me preguntó por mi "¿De dónde eres?", "¿Qué te trae por aquí?", "¿Desde cuando haces magia?". Le di otro nombre falso, otra historia falsa y otra anécdota graciosa... falsa.
No quiero dar más detalles por si acaso vuelven a hackear el servidor, pero pude hablar un buen rato con él y, al tiempo, terminó por preguntarme por el "rey", si había presentado mis respetos ante él al llegar a Londres. Como le dije que no, me invitó a otra cerveza y me felicitó , presentándome a sus amigos.
Eso fue el domingo por la noche. Todavía me dura un poco la resaca.
Voy a por una aspirin...
********FIN DE LA TRANSCRIPCIÓN********
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